Receta de carne guisada
Deliciosa receta que es fácil y rápida de hacer.
La carne guisada, estofado de carne o beef stew en inglés, es un plato que aunque lleva su tiempo de preparación, está recompensado con creces. Sabores súper potentes y reconfortantes que encantarán a toda la familia y son perfectos para los días fríos de invierno. Un manjar que se derretirá en la boca.
Ingredientes:
700 gramos de carne de res
3 cdas de aceite
Sal y pimienta al gusto
2 cebollas medianas
7 dientes de ajo, pelados y aplastados
2 cdas vinagre balsámico
2 cdas de pasta de tomate
¼ taza harina todo uso
2 tazas vino tinto seco
2 tazas caldo de res
2 tazas de agua
Hoja de laurel, tomillo seco
Zanahorias
Patatas
Preparación:
Salpimentamos la carne, cortada en cubos. Calentamos una olla profunda con aceite a fuego medio-alto y sellamos los trozos de carne por partes, siempre procurando que no haya demasiados pedazos porque sino se cocinan al vapor y no se sellan. Esperamos a que cada trozo de carne se despegue solo de la sartén una vez que haya desarrollado una costra marrón dorado. Pasamos la carne a un tazón y reservamos.
En la misma olla, agregamos la cebolla, el ajo y el vinagre balsámico; cocinamos, revolviendo con una cuchara de madera y raspando los trozos marrones del fondo de la sartén, durante unos 5 minutos. Agrega la pasta de tomate y cocinamos un poco más.
Colocamos nuevamente la carne en la olla y espolvoreamos la harina. Revolvemos hasta disolver y agregamos el vino, el caldo, el agua, y las especias. Cocinamos un par de minutos más, removiendo con una cuchara de madera y esperamos que hierva. Cubrimos la olla con una tapa y cocinamos a fuego muy bajo durante 1-2 horas. También podemos hacer este proceso en el horno, previamente calentado.
Retiramos la olla del fuego y agregamos las patatas y las zanahorias. Tapamos y cocinamos nuevamente por 40 minutos- 1 hora, o hasta que las verduras estén blandas, el caldo esté espeso y la carne tierna. Ajustamos el sabor de los condimentos y dejamos enfriar un poco antes de servir.
También podemos dejar que se enfríe por completo, guardarlo en el refrigerador y al día siguiente calentarlo de nuevo. Es uno de esos platillos que saben mejor y con un sabor más potenciado al día siguiente. Pero si no te aguantas las ganas de comer esta exquisitez, puedes hacerlo sin problema.
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